Te pierdes a ti mismo antes que perder un trabajo, un dinero al mes, una pareja, la aprobación de los demás, tus repetitivos hábitos…
Y lo único que tienes, eres tú mismo.
Vives dentro de tu cuerpo y si vas en contra de ti, tarde o temprano, esto pesará en tu vida.
No pierdas tiempo, tampoco hay tanto, y tampoco sabes cuánto tiempo estarás en esta experiencia terrenal.
Ponte en marcha, enfócate en sanar tus heridas.
¡Detente! Mírate y escúchate.
¡Ahora!
¿Qué necesitas?
Ponte el primero en tu lista.
Más sobre Terapia emocional.
Fotografía: B. Depares Martínez