La comunión con la vida es permitirnos ser vividos por fuerzas naturales que sobrepasan nuestra comprensión y nos llevan a distintos estados de exaltación, a veces más placenteros y otras veces menos. Y es que la vida es así, galopante e imprevisible, nos atraviesa y nos lleva, siendo tomados como sus seguidores. E irremediablemente nos vemos arrastrados por la fuerza del agua, y solo podemos aprender a surfear, sabiendo que depende de nosotros aprovechar las oportunidades que la marea nos trae. Y para ello hay que aprender a decir sí, a arriesgar, a avanzar, a perdonar, a aceptar, a amar y sobre todo a rendirse. Sí, rendirse como en una batalla ya terminada, ante la evidencia de que la marea nos abarca. Y solo así uno se libera de los propios deseos, para alimentar los deseos de toda una humanidad.
Todos los pensamientos en el siguiente enlace: PENSAMIENTOS DEL SER.
Fotografía: J. Mullor, Fotografías de paisajes y Reportajes.