TALLER DE CONSTELACIONES, BARCELONA

SÁBADO 17 DE NOVIEMBRE, DE 17h a 21h.

Las Constelaciones Familiares son un movimiento hacia el amor. Una manera sencilla de mirar hacia el pasado para aceptarlo y tomarlo en nuestro corazón. Reconciliarse con las raíces es la única manera para avanzar, crecer y transformar el presente para tener un futuro mejor.

Los ámbitos de aplicación son muy amplios: asuntos familiares, relación o búsqueda de pareja, relación con los hijos, embarazo, profesión, enfermedad, carácter, adopción, duelos, migraciones, etc. Hoy voy a hablar un poco más sobre la adopción.

En la fotografía: Sabemos que la interrupción del contacto del bebé con su madre genera efectos para el resto de la vida de un ser humano, pero este movimiento es todavía más profundo y complejo cuando la madre (obligada por circunstancias diversas) abandona al hijo al nacer que será adoptado por otra familia. En estos casos a menudo el conflicto se origina cuando Seguir leyendo «TALLER DE CONSTELACIONES, BARCELONA»

LA HERIDA DEL NIÑO INTERIOR

La herida del niño es «no haber sido visto por los padres». A mí parecer, esta es una de las grandes heridas de la mayoría de las personas que se acercan a hacer algún tipo de terapia.  Alejandro Jodorowsky habla muy bien de ello en el siguiente vídeo, poniendo ejemplos de su propia vida.

Tomar a los padres, recibirlos tal y como son, y llevarlos en el corazón es la solución para sanar y tener una vida plena. Por ejemplo, esto se trabaja en las Constelaciones Familiares, una terapia que nos permite abrirnos al amor y soltar nuestras dependencias. Seguir leyendo «LA HERIDA DEL NIÑO INTERIOR»

EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA ANDANDO

Las personas hablan por sus actos, no por sus palabras.
Todo el mundo dice muchas cosas, pero lo que cuenta son los hechos.
No le creas, atente a los hechos.
Y te diré más, no te creas, atente a tus hechos.
Dijiste esto y aquello, pero al final qué hiciste.
Al final, ¿qué hizo?
Lo que cuenta son los actos.
El movimiento se demuestra andando.

Más PENSAMIENTOS DEL SER.

Fotografía: B. Depares Martínez