La herida del niño es «no haber sido visto por los padres». A mí parecer, esta es una de las grandes heridas de la mayoría de las personas que se acercan a hacer algún tipo de terapia. Alejandro Jodorowsky habla muy bien de ello en el siguiente vídeo, poniendo ejemplos de su propia vida.
Tomar a los padres, recibirlos tal y como son, y llevarlos en el corazón es la solución para sanar y tener una vida plena. Por ejemplo, esto se trabaja en las Constelaciones Familiares, una terapia que nos permite abrirnos al amor y soltar nuestras dependencias.
A nivel mental, el niño quiere ser visto.
A nivel emocional, el niño quiere ser amado.
A nivel creativo, el niño quiere haber sido deseado, haber sido recibido en esta vida.
A nivel corporal, ser nutrido y protegido.
Un niño nutrido por la mirada de papá y mamá será un adulto sano y equilibrado el día de mañana. Muchas gracias por tu aportación. Saludos
Hola Fernando,
Disculpa la tardanza. He visto tu comentario ahora.
Gracias a ti por tus palabras.
Mirar, aceptar y amar.
Un abrazo,
Beatriz