A veces la vida que es sabia y fuerte nos detiene. Sobreviene un cambio. El cuerpo nos para. Debemos de detener nuestra actividad diaria y mirar hacia adentro. Hay algo que aprender. Hay algo por mirar. Algo que atravesar. Y doblegarse no es una debilidad, es una entrega al proceso. Vivir y respetar los procesos internos es esencial para abrirse a la más profunda transformación. Recordemos que el cambio es crecimiento. Es evolución. Consciencia. Liberación.
Y así yo me detendré a partir del 7 de marzo a causa de una intervención quirúrgica y volveré a mi actividad progresivamente a lo largo del mes, más sabia y más fuerte como la vida nos demuestra tantas veces.
aviso: ¡DE NUEVO ACTIVA Y DANDO HORAS A PARTIR DEL 29 DE MARZO!!!
Con amor,
Beatriz
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Fotografía: B. Depares Martínez