Que te daría yo, que me darías tú…
Nadie lo sabía hasta que has abierto tus manos.
Contenían un tesoro muy valioso para todos.
Ahora puedes entregar al mundo lo que tenías.
Parecía sencillo, pero nadie lo sabía…
…Hasta que has abierto tus manos.
Es un gesto pequeño que requiere presencia.
Ahora que ha sido desvelado el misterio debes llevarlo contigo.
Es como una onda expansiva, una fuerte energía.
Que te daría yo, que me darías tú…
Nadie lo sabía hasta que has abierto tus manos.
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