Entrando en estados alterados de conciencia
Habían dicho que teníamos un descanso de la clase y decidí aprovechar para ir a ver el laberinto. Una persona de la casa rural me indicó como seguir por el camino de tierra. Después de andar un rato ya me había adentrado en el bosque, y a un lado del camino estaba el laberinto. Estaba hecho de pequeñas piedras en el suelo. Y era bastante grande. No parecía difícil… No lo dudé ni un momento y me coloqué en la entrada. Empezaba una aventura que no sabía adónde me llevaría. Y lo mejor es que delante de mí había una chica que había empezado poco antes que yo. Al principio fue divertido. Iba saltando, jugando, tocando las hojas, pero pronto empecé a sentirme cansada. Sólo se escuchaba el silencio, nuestras pisadas, y nuestras respiraciones aceleradas, y todo nuestro ruido mental. Y empecé a ir hacia adentro. Aquello parecía más largo de lo que había imaginado, y en lugar de estar más cerca del centro y del final, cada vez parecía que estaba más lejos. ¿Estaba haciendo algo mal? ¿Iba en la dirección correcta? Seguir leyendo «EN EL INTERIOR DEL LABERINTO»