«Mis pensamientos son crónicos. Mi corazón respira sensible. Mi deseo es instintivo. Mi cuerpo, mortal. Mi espíritu, volátil. Camino por esta vida con lo que soy.«
Todos los pensamientos en el siguiente enlace: PENSAMIENTOS DEL SER.
«Mis pensamientos son crónicos. Mi corazón respira sensible. Mi deseo es instintivo. Mi cuerpo, mortal. Mi espíritu, volátil. Camino por esta vida con lo que soy.«
Todos los pensamientos en el siguiente enlace: PENSAMIENTOS DEL SER.
Que no es poco…
Hola amiga!!
Sí, la vida como un camino o como un paseo. Y cuánto más conscientes somos de las cualidades del ser más fácil es ese caminar.
Abrazo,
Beatriz
🙂
Acabo de hacer una sesión a distancia de Psych-k con Beatriz. Cuando esto sucede, me gusta corresponder a su linda energía, a su entrega y generosidad, con unas palabras.
Hoy me ha tocado un bonito pensamiento….»camino por esta vida con lo que soy»…. y que eres??? esa mágica unión entre un cuerpo mortal y un espíritu. Uno no más importante que el otro y dependientes entre sí. Se necesita de ambas fuerzas para experimentar en plenitud, el sagrado regalo de la Vida.
Soy una niña de 43 años, que «jugando» con Beatriz, se ha enamorado del maravilloso mundo que la rodea. Y como siempre que amanos, nos gusta conocer la historia del ser amado, así descubrí la Sabiduría Nativa.
Voy a compartir una oración al Gran Espíritu, que cada vez que la leo, me emociona tanto como cuando la descubrí. Por si alguien no la conoce.
Oh Gran Espíritu!!!
Wakan Tanka, Gran Misterio,
enséñame a confiar en mi corazón,
en mi mente,
en mi intuición,
en mi sabiduría interna,
en los sentidos de mi cuerpo,
en las bendiciones de mi espíritu.
Enseñame a confiar en estas cosas,
para que pueda entrar en mi Espacio Sagrado,
y amar más allá de mi miedo,
y así Caminar en Equilibrio con el paso
de cada glorioso Sol y
cada gloriosa Luna.
Con amor, namaste.
Hola Sara,
Feliz yo siempre también de hablar contigo y ver todo lo que estás haciendo con tu coraje y tu fuerza de vida.
Gracias por esta bella oración que conmueve y llega profundamente.
Un abrazo,
Beatriz