En estos últimos años los padres están revolucionando el concepto de “ser padres”. Los nuevos padres abogamos por una crianza natural y para que nuestros hijos se sientan amados y respetados. Esforzándonos en crear un vínculo sano y profundo con nuestros pequeños. Los nuevos padres vamos a terapia o realizamos un proceso de desarrollo y crecimiento personal para liberar a nuestros hijos de cargas inconscientes familiares. Los nuevos padres parimos guiados por el instinto, por el amor… Cantamos a nuestras panzas, cobijamos a los niños en nuestra piel, los porteamos, hacemos colecho y cuando lloran les escuchamos con compasión. Y después nos escuchamos a nosotros ¿qué siento yo cuando mi hijo llora? Los nuevos padres son parejas que viven juntas, algunas casadas, otras ajuntadas; o ex parejas divorciadas o separadas que crean con conciencia una relación respetuosa con su ex cónyuge. Los nuevos padres son un hombre y una mujer, dos mujeres, dos hombres, una mujer sola, un hombre solo o toda una tribu… Las posibilidades son infinitas. Los nuevos padres trabajamos para cambiarnos a nosotros mismos y así cambiar este mundo y dejar un mejor regalo a nuestros pequeños. Movidos por un movimiento generalizado de despertar, de búsqueda, de realización… Y podría parecer que ahora somos muy buenos padres. Y podríamos confundirnos y pensar que somos mejores que los padres de antes o mejores que alguno de nuestros amigos también padres, pero debemos recordar que todos los padres son buenos, pues todos amaron, aman y amarán a sus hijos. Los padres siempre aman a sus hijos.
Todos los pensamientos en el siguiente enlace: PENSAMIENTOS DEL SER.
Fotografía: B. Depares Martínez