Es bueno poder identificar que todos tenemos la capacidad de crear y de destruir.
De dar la vida y de quitarla.
Si me preguntas te diré que quité la vida a muchos hombres.
A veces lo hice con sangre, otras veces con magia.
También es un hechizo clavar una daga.
Si me preguntas te diré que a veces lo hice por hambre y muchas más por odio.
Si me preguntas te diré que era mi tarea, que era mi ley.
Fui un instrumento del mal, fui un instrumento del bien.
Y a lo largo de los siglos, a lo largo de las vidas,
quité la vida y me la quitaron.
Y canté a los espíritus de los que se iban.
Y no perdí el miedo al dolor.
Y no perdí el respeto a la muerte.
Y al fin, comprendí que había dos instintos primarios
que gobernaban al hombre: vida y muerte.
Y el uno del otro son inseparables.
Todos los pensamientos en el siguiente enlace: PENSAMIENTOS DEL SER.
